Cuando en las primeras horas de este viernes se informó de la incautación de 450 aletas de tiburón saltó la inquietud de cuántos fueron los escualos sacrificados para cargar semejante cantidad de esos órganos externos.

Las aletas fueron halladas en la requisa de un vehículo de transporte de encomiendas.

El camión procedía de Riohacha y las autoridades se han reservado la identidad del destinatario para establecer también si en efecto, se confirman las sospechas sobre este hecho que evidencia el tráfico ilegal de partes animales.

Según los primeros indicios de las autoridades y verificando con expertos, procederían del Mar Caribe y en efecto son aletas dorsales lo que significa que los tiburones sacrificados fueron 450.

“Esto tiene un costo comercial que puede oscilar entre los 30 y los 40 millones de pesos, pero lo que más llama la atención, el daño que le estamos haciendo a este medio ambiente que tanto lo necesitamos”, dijo a Zona Cero el coronel Héctor Uribe, comandante de la Policía de Tránsito de Barranquilla.

Las aletas de tiburón tendrían como destino final el mercado asiático al ser un plato apetecido en ese continente.